EDITORIAL SAPIENCIA 5

Con la publicación del quinto número abrimos el año 2010, en el que se conmemora un siglo de la Revolución Mexicana. No habíamos padecido, como sociedad, niveles tan altos de violencia desde la época de dicho conflicto armado, el cual tuvo como saldo final aproximado un millón de muertos, acabando con las vidas de la décima parte de la población nacional de aquel entonces. Sin embargo, a diferencia de la violencia generalizada que desató el pueblo armado para acabar con la dictadura porfirista y buscar el cumplimiento de importantes reivindicaciones sociales en los comienzos del siglo veinte, la crítica situación que se vive en el México de hoy, es producto de una disputa por el control del negocio del narcotráfico, en donde los únicos “valores” defendidos, aún a expensas de la propia vida, son el dinero, el consumo y la ostentación de un poder limitado únicamente por la capacidad de fuego, que se traduce en decenas de muertos diariamente.
Ante la difícil situación que tiene a México como el país sin guerra abierta más violento del mundo, los jóvenes estudiantes y egresados de las disciplinas sociales y humanísticas que integramos la revista Sapiencia, tenemos coherencia con nuestra vocación de diálogo e intercambio de ideas y con el deber permanente de generar reflexión, tanto científica como artística, sobre los problemas que se presentan en la sociedad de nuestro tiempo.
Cumpliendo con dicha tarea, en el presente número incluimos un texto del estudiante mexicoamericano, residente en Ciudad Juárez, Juan Manuel Fernández, sobre las teorías de la conspiración y las versiones oficiales de la realidad para explicar el terrorismo, como prácticas simbólicas que perpetúan los círculos de violencia. Como parte de una experiencia reflexiva, el estudiante de la UACJ, Raúl Holguín, analiza cómo afecta la situación de guerra entre bandas, el narcotráfico, la corrupción de fuerzas policiacas, la militarización y la crisis económica actual, a la vida cotidiana de la población en la que fuera, hasta hace unos años, la ciudad más próspera del norte de México. Desde la misma urbe, calificada como la más violenta del país, el profesor Carlos Murillo, del Colegio de Chihuahua, abre la sección Estratagemas, con un análisis puntual de los problemas sociales que afectan a Ciudad Juárez y que la sitúan como paradigma sociológico, invitando a su estudio e investigación. Así también, para completar el cuarteto de colaboradores juarences, publicamos un texto de Ricardo Pulido, donde a un nivel teórico observa las relaciones del conflicto entre la sociedad civil y el ámbito gubernamental.
En la sección Metagrafías, se incorpora la columna del escritor Eusebio Ruvalcaba, titulada Hoteles de Paso, es decir, por donde pasan los autores inéditos. De esta forma, con cada número presentaremos una propuesta de escritores que a nuestra consideración, articulan el discurso de la revista con la perspectiva y crítica del autor. Siendo consecuentes con el tema del norte como paradigma, en esta ocasión, en el Cuentario de Metagrafías presentamos a las narradoras Diana Violeta Solares e Irma Aniela Rodríguez Zapata, ambas de voces interiores con mucha fuerza, expresan las condiciones del tránsito y de la mirada; las sensaciones de rabia y de rutina; el miedo a ser otro y nuestra otredad en el espejo del mundo; mientras que en el Poesísmo aparecen dos poetas, Sara Alcalá y Carlos Macías, quienes usan al poema como arma de denuncia social, bajo la metáfora de la lluvia que cae sobre una ciudad –la de cualquiera que vive en el límite-, que ya no existe, pues dejó de ser nuestra, y en la que “no nos han derrotado todavía”.
En la sección Artificios, desde la Universidad de Manchester, la estudiante mexicana Sofía Deveaux escribe cómo un grupo de danza en Colombia utiliza el arte para curar las heridas dejadas por la guerra civil en los jóvenes; además de un texto de Ulises Vidal, que ve en el cine del mexicano Amat Escalante, un camino de conocimiento cinematográfico para entender el funcionamiento de la violencia cotidiana. Por otra parte, en la sección Sincretismos se incluye un texto de Héctor Pérez Guido, estudiante de la maestría en filosofía de la cultura en la UNAM, que analiza el papel de la violencia en la consecución del estado kantiano de paz perpetua. En Épica de antihéroes, el profesor de la UAM Azcapotzalco, José Othón Quiroz Trejo observa el tránsito en la memoria colectiva del simbólico año de 1968. Como trazo imaginario de lucha juvenil entre generaciones, el artículo se complementa con otro, que aborda también a los movimientos estudiantiles, pero desde otra latitud. De esta forma, Cristian Gómez, estudiante y líder sindical chileno, pasa revista a los movimientos estudiantiles y las transformaciones que han surgido en Chile a partir de ello. Este texto cierra la Sapiencia 5, junto a Gonzalo Millán, en la contraportada.
Páginas atrás, en la sección de Lecturas, Arturo Alvar comenta sobre la reciente publicación 40 Barcos de Guerra, donde el criterio antológico, que reúne a 168 poetas y 42 sellos editoriales, rompe con la lógica del oficialismo cultural y desmiente el supuesto bajo el cual las editoriales independientes y los creadores jóvenes, no pueden organizarse –menos aún en época de crisis-, para crear una obra en común, al margen de las mafias; lo cual reconfigura el canon de la poesía mexicana actual. En Academia, Domingo Balam realiza un acercamiento, basándose en notas históricas, a los cambios que tuvo la Universidad mexicana a lo largo del pasado e inicios del presente siglos, asociados con el cambio demográfico y la conformación de la clase media en nuestro país.
El llamado de los colaboradores de Sapiencia a la comunidad universitaria y a los jóvenes que pudieran acercarse a leer este número, es luchar, dar un combate sin tregua, desde sus respectivas trincheras y saliendo de ellas mediante el quehacer colectivo, contra la lógica de violencia y muerte que pretenden imponernos quienes detentan el poder fáctico. La cámara es un arma; la pluma es un arma; la pintura, los aerosoles y pinceles; el micrófono y el propio cuerpo son armas de creación y denuncia contra las fuerzas que pretenden destruir nuestras esperanzas de cambio, imponiéndose con balas, torturas y detenciones arbitrarias.
Será la nuestra una guerra de discursos, conceptos, creaciones y caminos estéticos. Es decir, fijarnos como tarea imaginar sin límites. Puesto que ir a comprarles un rifle –porque a fin de cuentas son ellos los que manejan el tráfico de armas de fuego- sería caer en su juego y suicidarnos. Parafraseando al Che Guevara, cuando hablaba de Vietnam como foco guerrillero en resistencia contra el imperialismo estadounidense: crear dos, tres, muchos focos de resistencia cultural y artística, que a su vez sean puntos de cohesión social y discusión política, desde los cuáles los jóvenes impulsemos el cambio y frenemos la barbarie.