En su Número 8-9 con el dossier de Estudios de Género, la revista Sapiencia, Sociedad en Movimiento, alcanza una propuesta temática y de diseño que se conjuntan para mostrar la multiplicidad de discursos que van configurando las preocupaciones sociales de nuestro tiempo.
Te invitamos a leer la revista, compartirla, comentarla, colaborar en ella, intervenirla con tus pensamientos, porque la sapiencia es un mar que conoce nuestros sueños.
Desde principios de 2013, fresca y reluciente, la revista Sapiencia ya anda circulando por los pasillos de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco. En su número 8-9, aborda los estudios de género, aportando nuevas perspectivas sobre la teoría queer, violencia de género, masculinidades emergentes, mujeres y autogestión, homofobia e imperativos de la heterosexualidad, marchas de orgullo gay, novela lésbica, entre otros temas. Destacan trabajos interdisciplinarios como el de Iván Mejía, Carolina Orquiza, Vanesa Gómez; aportaciones uameras como las de Alejandro Ortiz Hernández y José Carlos Rodríguez Arzaba, pero tendrían que leer el editorial para enterarse de qué trata el número en su visión general. Para algunos, esta revista será demasiado literaria para ser sociológica y demasiado sociológica para ser literaria, pero la intensión es mantener un equilibrio entre la reflexión social y la creación. En esta última se destacan las aportaciones de mujeres en la poesía, con la colaboración de Adriana Tafoya, Hortensia Carrasco, Isolda Dosamantes, Kenia Kano, Stephani Alcántar, entre otras, mientras que Eusebio Ruvalcaba nos da alojamiento para que podamos visitar uno de los capítulos de su novela "Los ojos de los hombres". Sacar este número costó bastante trabajo, pero podemos presumir que su producción fue casi artesanal y finalmente llega con un tiraje de mil ejemplares, con el trabajo de un equipo de colaboradores con un gran talento, en especial el equipo de identidad gráfica conformado por Paola Gómez y Eva Rosas, así como a los fotógrafos e ilustradores, hay que agradecerles que la Sapiencia se haya vestido de fiesta. Con un pie en la institución, pero mirando más allá de lo que sucede propiamente en la academia, este proyecto se ha mantenido estudiantil y ha mejorado número con número tanto en su contenido como en su formato.